Anticrítica: Groot allana mi morada. "El Hater" en el cine.

¡Buenas tardes, pinchauvas! Soy yo, vuestro queridísimo amigo y vecino "El Hater".

Lo sé, todos vosotros clamábais por mi regreso, estábais expectantes como si del nuevo iPhone o el lanzamiento de un coche nuevo se tratase, como si no tuviérais otra cosa que hacer, panda de cierrabares.

Y vosotras también, lo sé, pero aún no lo reconocéis porque andáis perdidas en lágrimas con la peli esta del pino hablador.

-Oye, Hater. Escucha una cosita...

+¿Qué quieres ahora tú, chupacables? Dueños del blog, mira que os cojo y os amoldo el internet.

-A ver, escucha una cosa. Primero, menos insultar a los lectores. Segundo, deja de buscar la clave del wifi que para ti no hay. Y tercero, que llegas tarde. Pero mucho. Que de esto ya habló Lara en otra entrada (Un Monstruo Viene A Verme - J. A. Bayona). De hecho, dos veces, una libro y otra la peli...

+Calladito, parguelita, que yo te explico: yo fui a verla el lunes, así que la crítica la pongo ahora porque puedo. Y ahueca el ala que te voy a explicar yo la peli desde mi punto de vista para así hacer una crítica doble, enterao, que eres un enterao.

-Mira, yo ya desisto. Haz lo que quieras...

Pues eso, ahora que se ha largado ya el botarate os lo cuento yo mejor...

Resulta que el lunes fui a ver la película esta nueva de Bayona, ya sabéis, la de "Un Monstruo Viene a Verme" que es adaptación de una novela de Patrick Ness, que al contrario de lo que pueda parecer no tiene nada que ver con el susodicho monstruo. El del Lago, digo, no el de la peli. Que no es que la peli vaya de monstruos de lago ni que Patrick tenga relación con el monstruo de esta peli, sino que va de uno que viene a contar historias pero que en realidad no viene. ¡DIOS, ES QUE NO HAY POR DONDE COGER ESTO!

Os explico la movida esta desde el tema de los personajes:

-Felicity Jones haciendo de madre con cáncer. Qué emotivo y duro todo... hasta que te enteras que no le cuenta toda la verdad al niño. Niño crecidito. De 11 años. Que digo yo que va teniendo cabeza para que le hables, eh, Jyn Erso, que mucha Resistencia y mucha galaxia pero aquí en esta peli eres su madre. Solo diré que Darth Vader tiene mis respetos por vengarse del niño enfrentándose a ella. El karma, Jyn Erso, el karma.

-Lewis MacDougall, el niño consentido al que nadie castiga cuando la lía, el niño loco que ve monstruos, al que no parece caerle bien nadie más que un árbol (Greenpeace no patrocina este hateo) y tiene serios problemas de control de ira. Le acosan en el colegio tres matones "hijosde*Insertar aquí nombre de político que odien* (¡Besitos, Ley Mordaza!)", pero lo gracioso de todo es que le acosan de a pocos y que, inexplicablemente, el niño siempre sale sin un rasguño. Luego destroza el salón de casa de su abuela.  Y le grita en la cara a su amigo el árbol. Y reconoce que pasa de su madre. ¡Pero coño! ¿No vais a controlar al maldito niño ya? Bueno, y le parte la nariz, la cara y un labio al matón de su clase y le manda al hospital (bueno... quizá esto último no estuvo tan mal).

-Sigourney Weaver, en el papel de abuela del niño. Sigourney. Abuela. Ya os imagináis el carácter cascarrabias. ¡Oh! Y no le da ni una voz al niño por destrozar todo el maldito salón, claro como lo paga papá Bayona, ¿no? Y además conduce saltándose semáforos y a toda velocidad y casi se salta un paso a nivel. Queda claro que la Teniente Ripley fue al espacio no para luchar contra los Aliens, sino para evadirse de su familia. ¡Ay, dios, qué cruz de gente!

-Toby Kebbel, el papá de la criatura. Del niño, digo. De este no tengo nada que decir. Porque básicamente ese es su papel en la película, nada. Aparecer desde Los Ángeles como salvador e irse por donde ha venido de nuevo. Joder, qué padrazo y qué preciosista del sentimiento humano, la empatía en persona, el cariño hecho ser humano. ¡Ah, sí! Su otra gran virtud es decirle al niño cosas y, en la siguiente escena, negárselas en su cara. ¡BOOOM, IN YOUR FACE NIÑO CONSENTIDO!

-Liam Nesson, como la voz del monstruo. El árbol que todo lo sabe, el listo que lleva viviendo toda la eternidad, el típico cuñado que te suelta "¿que tu madre está enferma? Pues yo ayudé a cargarme un reino" y que luego te cuenta las historias a medias y ambiguamente. Groot crecidito arramplando en la casa de un niño y agarrándolo en sus manos y aterrorizándolo por las noches. Escúchame Patrick Ness, no es por nada pero esto es delito aquí, en la ciudad del libro y en muchas más partes mundiales, no lo enmascare con un dramón bonito y emotivo porque no: el Monstruo, un tejo milenario, Groot en su etapa anciana, coge al niño de su casa destrozando su ventana... ¡¡Y se lo lleva entre los brazos!! Con dos cojones. Y siempre a la misma hora, una puntualidad que ni Freddy Krueger macho...

Aparte de sufrir el que yo llamo "Síndrome Superman", es decir, ponerse a destrozar todo lo que haya a su alrededor para arreglar un problema que se soluciona sin romper nada. ¿Cómo carajos quieres curar un jodido cáncer tirando un campanario abajo? Y, por si esto fuera poco, es responsable de comerle la cabeza al niño en la "Masacre del Salón" (RIP Reloj de pared) y obligarle (bueno... que tampoco se ve al niño muy forzado en la paliza; no tiene la típica cara de "ay, yo no quiero, me van a expulsar" sino la de "tengo una serie de habilidades concretas, habilidades que he adquirido en mi vida y pueden llegar a ser una pesadilla para usted") a apalizar al matón que le está tocando los alcornoques. Pero bueno, sí he de reconocer que la sorpresa final es bastante curiosa y llamativa y, como suele ser habitual en estos casos, os voy a conTE LEES EL LIBRO. O VAS AL CINE.

Y hasta aquí mi opinión sobre la película de "Un Monstruo viene a secuestrarm... digo a verme", eso, "Un Monstruo Viene a Verme". Quizá vuelva con otra pronto, o no... Yo que sé, dejadme en paz.

Hala, hasta más ver cansaliebres...