Calificación personal: 3/5
Editorial: Ediciones B
Autora: Eliza Wass
Sinopsis: Los niños Cresswell están destinados a casarse entre ellos.
Son los elegidos para encontrar la Salvación, siempre y cuando sigan las reglas
que Dios le ha revelado a su padre. Es él quien ha escrito el libro en que
aparece toda la Verdad.
De la mano de Castley, la singular narradora de
esta trepidante y terrorífica historia, nos vamos enterando poco a poco de lo
que sucede con los hermanos Cresswell en esa casa medio en ruinas ubicada en
medio del bosque.
Ella nos cuenta por qué su madre está en una silla de ruedas.
Lo que Mortimer ha aprendido en sus escapadas nocturnas. Lo que Hannan hace
mientras entrena en el equipo. La razón por la que Jerusalem no ha vuelto a
hablar. La manera en que Delvive se enfrenta a los problemas de la adolescencia.
Que Caspar es la reencarnación de su hermano muerto… o tal vez no.
Es Castley
la que quizás tenga la llave de la salvación de todos ellos.
Lo que en principio deparaba ser una misteriosa e inquietante aventura ha resultado ser un chasco en toda regla.
Desde el momento en que fui avanzando la lectura, sentí que la historia no me llegaba a enganchar, que no le veía ese toque especial que creía haber vislumbrado en la sinopsis. Esto no quiere decir que no sea un lectura amena (a secas), de fácil y rápida lectura (en total cuenta con 252 páginas) con la que pasar el rato.
La única acción hallada en todo el relato se produce al final, cuando Castley rompe con su yo antiguo y el amor por sus hermanos puede más que cualquier miedo que sienta.
La historia cuenta con un realismo muy dado en estos días, el maltrato infantil. No he visto que se ahonde mucho en la trama y los personajes quedan a medio desarrollar. El personaje del Padre desaparece misteriosamente del mapa y no se vuelve a saber nada de él, tampoco cuentan que pasó en un pasado para que se volviera de aquella forma.
En fin, muchos cabos sueltos que dejan una sensación de amargor en la boca. Te deja vacío.
Y creo que debo hacer un inciso para dejar constancia de la preciosa dedicatoria y agradecimientos que la autora brinda a su marido fallecido:
"Hiciste ver a un ciego,
hiciste un hombre de mí, y si te vas solo,
no tardes mucho, por favor.
Estaré esperando aquí, paciente,
desde el momento en que te marches".
Dedicado a Alan Wass
Citas favoritas
"Esconde tu verdadero yo. Entierra lo que temes en un
baúl en lo más hondo de tu corazón, donde guardarás los huesos de la persona
que pudiste llegar a ser"
"Algunas personas pueden parecer bellas o hablar muy bien, pero son sus actos los que indican sis son merecedoras de nuestro tiempo, si merecen que tengamos fe en ellas"
No hay comentarios:
Publicar un comentario