octubre 05, 2016

Las Chicas



Calificación personal: 4/5

Autora: Emma Cline

Editorial: Anagrama

Sinopsis: California. Verano de 1969. Evie, una adolescente insegura y solitaria a punto de adentrarse en el incierto mundo de los adultos, se fija en un grupo de chicas en un parque: vidente de un descuidado, van descalzas y aparecen vivir felices y despreocupadas, al margen de las normas. Días después, un encuentro fortuito propiciará que una de esas chicas -Suzanne, unos años mayor que ella- la invite a acompañarlas. Viven en un rancho solitario y forman parte de una comuna que gira alrededor de Russell, músico frustrado, carismático, manipulador, líder, gurú.

Fascinada y perpleja, Evie se sumerge en una espiral de drogas psicodélicas y amor libre, de manipulación mental y sexual, que le hará perder el contacto con su familia y con el mundo exterior. Y la deriva de esta comuna que deviene secta denominada por una creciente paranoia desembocará en un acto de violencia bestial, extremo...


Emma Cline ha dejado muy claro que llega al territorio literario para quedarse. 

"Las Chicas" es una novela muy madura (para sorpresa de todos puesto que es la primera que publica), que trata de las complejidades adolescentes y la fragilidad que conlleva este proceso, todo contado desde el famoso suceso acontecido en la crónica negra americana: la matanza cometida por Charles Manson y sus fervientes seguidores.
Pero he de decir que si esperáis otra historia más sobre este episodio, vais muy desencaminados, ni siquiera la autora ha usado los nombres reales. A parte de que la historia no trata sobre él, sino de ellas. Esas "angelicales" chicas que lo acompañaban a todos lados en su caravana hippie.

Y más concretamente está enfocado desde la perspectiva de Evie, Evie Boyd, una adolescente de catorce años que no encuentra su sitio en el mundo y para colmo siente que nadie la quiere, y estos sentimientos se ven incrementados por el divorcio de sus padres y que no tiene amigos.
En un momento dado, Evie se cruzará con una joven morena despreocupada de los estándares sociales, que la influenciará y cegará tanto que sólo tendrá ojos para ella. Es desde ese momento en que empieza el declive, la espiral de drogas y de amor, la atracción por el lado salvaje. Evie se verá abrumada, encantada de deformar los significados, de malinterpretar deliberadamente las señales que decían que todo aquello no estaba bien.

La novela se sucede a dos tiempos: la primera desde el recuerdo de lo sucedido y la segunda, desde la incomprensión y la dificultad de adaptación de una niña en los acontecimientos previos a la tragedia. Llega un momento en que ambas partes se unen por el miedo que sienten.

Estamos ante una historia cruda, dura, seria y que no trata de endulzar el pastel como ocurre con otras novelas. Emma Cline va al grano, sin rodeos, y para mí es este hecho el que da tanta calidad a la obra.


Un punto en contra para la novela, por así decirlo, es la extensión de capítulos, no me gusta nada que sean tan largos, porque hacen que la lectura sea lenta y que además, creas que no avanzas nada a lo largo del libro. Pero bueno esto es un comentario desde mi punto de vista.

No voy a hacer ningún comentario sobre el final, ni sobre la decisión de Evie. ¿Participó? ¿O no? Sólo vosotros seréis capaces de averiguarlo.


Citas Favoritas


"Pobres chicas. EL mundo las engorda con la promesa de amor. Cuánto lo necesitan, y qué poco recibirán jamás la mayoría de ellas. Las canciones pop empalagosas, los vestidos descritos en los catálogos con palabras como «atardecer» y «París». Y luego les arrebatan sus sueños con una fuerza violentísima; la mano tirando de los botones de los vaqueros, nadie mirando al hombre que le grita a su novia en el autobús".

"Qué impotente era mi furia, un estallido que no tenía dónde golpear, y qué familiar resultaba: los sentimientos ahogados dentro de mí, como un niño a medio hacer, crispado y resentido".

"Querías algo y no podías evitarlo, porque no había nada más que tu vida, era sólo contigo con quién te despertabas, ¿y cómo te ibas a decir a ti mismo que lo que querías estaba mal?".

"... Negó con la cabeza y vi en su cara un leve atisbo de preocupación por mí, un reconocimiento, pensé yo, de lo valiente que era. Aunque debería haber sabido que cuando los hombres te advierten de que vayas con cuidado, a menudo te están previniendo de la película oscura que les pasa a ellos por la cabeza".

"... La otra foto era la cabeza borrosa de alguien de espaldas, dándose la vuelta, y me la quedé mirando un buen rato hasta que caí en la cuenta de que esa persona era yo".

"Pero la ausencia se abría de nuevo. Cuando era casi una esposa, perdía al hombre. Cuando era casi reconocible como amiga, de repente ya no. Cuántas noches apagaba la luz de la lamparita y me quedaba en la oscuridad desatenta y solitaria. Cuántas veces pensé, con una mueca horrorizada, que nada de eso era un regalo".


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